Este caso me llamó mucho la
atención cuando lo leí, primero por lo que supuestamente sucedió, y segundo
porque el que lo relató o sacó a la luz, fue el que al final de la historia
salió “beneficiado”. Tal vez esta historia tenga más interés si digo que los
protagonistas son Juan Carlos Aragón y Martínez Ares.
Corría el año 2000. El año
anterior, Juan Carlos Aragón daría uno de los grandes pelotazos de la historia
del carnaval con “Los Yesterday”, mientras que Martínez Ares conseguía el
tercer premio con “Los Templarios”. Volviendo al año 2000, ese año se celebraba
las elecciones a la presidencia de la Junta Andalucía, justo en la semana de
carnaval, y la cosa estaría entre Teófila Martínez y Manuel Chávez. El tema es
que en pleno concurso, estaban de campaña.
El hecho de que la alcaldesa de
Cádiz se presentase para la Junta no sentó nada bien a muchos autores, y las
letras en su contra se iban fogueando en los locales de ensayos para cantarlas
en el Gran Teatro Falla.
Dejando la política de lado, en
el año 2000, Juan Carlos Aragón tenía la responsabilidad de dejar el listón tan
alto como el año anterior, y presentó a concurso la chirigota “Flamenkito
Apaleao”. Martínez Ares quería superar el tercer premio del año anterior e
inscribió a su comparsa con el nombre de “La Milagrosa”.
La cuestión, es que el propio
Juan Carlos escribió que en pleno concurso, muchas agrupaciones iban soltando
letras en contra de la decisión de la alcaldesa. Corrió el rumor que él y Martínez
Ares tenían una letra guardada para la final. Juan Carlos Aragón finalmente
decidió cantar la letras en la segunda semifinal, un día antes del día de
Andalucía (y contando que ese día estaba el teatro lleno de políticos), Martínez
Ares decidió guardársela para la final, pero no consiguió el pase.
Hasta ahí
todo normal, pero el autor de chirigotas por aquel entonces, cuenta que alguien
le llegó y le dijo que por las altas cumbres se sabía lo de los pasodobles, y
que si alguno se la guardaba para la final quedaría fuera de ella, ya que eso
lo ve todo el mundo y podría ser una mala propaganda de cara a las elecciones. Está claro que eso no sentencia
nada, y puede ser simple casualidad.
Lo curioso es que cuando Juan Carlos
Aragón pudo echar un vistazo a los puntos, comprobó que su chirigota se pasó
séptima todo el concurso, y tras cantar la letra en la semifinal, se coló por
los pelos en dicha final. Ya dentro de la final, subieron dos puestos más para
acabar siendo cuartos. Por el otro lado, Martínez Ares quedó sexto, puesto que
ocupó todo el concurso, y sin plaza en la final. ¿Casualidad?
Como dije antes, de este caso me
llama la atención que el que lo contó fue Juan Carlos Aragón en los fascículos
que escribió en el Diario de Cádiz titulado “Yo parí a Juan Carlos Aragón”, y
no por parte de Martínez Ares que el año anterior escribía bajo el nombre de
“Yo maté a Martínez Ares”. El propio autor comenta que no sabe si fue algo real
o un falso rumor que se corrió ese año por los pasillos del teatro, lo único
que se sabe a ciencia cierta es que una pasó a la final, la otra no, y no se
escuchó crítica dura en la final hacia las futuras elecciones a Andalucía.
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