jueves, 23 de enero de 2014

Oscuras bambalinas: Crítica prohibida en la final

Este caso me llamó mucho la atención cuando lo leí, primero por lo que supuestamente sucedió, y segundo porque el que lo relató o sacó a la luz, fue el que al final de la historia salió “beneficiado”. Tal vez esta historia tenga más interés si digo que los protagonistas son Juan Carlos Aragón y Martínez Ares.


Corría el año 2000. El año anterior, Juan Carlos Aragón daría uno de los grandes pelotazos de la historia del carnaval con “Los Yesterday”, mientras que Martínez Ares conseguía el tercer premio con “Los Templarios”. Volviendo al año 2000, ese año se celebraba las elecciones a la presidencia de la Junta Andalucía, justo en la semana de carnaval, y la cosa estaría entre Teófila Martínez y Manuel Chávez. El tema es que en pleno concurso, estaban de campaña.

El hecho de que la alcaldesa de Cádiz se presentase para la Junta no sentó nada bien a muchos autores, y las letras en su contra se iban fogueando en los locales de ensayos para cantarlas en el Gran Teatro Falla.
Dejando la política de lado, en el año 2000, Juan Carlos Aragón tenía la responsabilidad de dejar el listón tan alto como el año anterior, y presentó a concurso la chirigota “Flamenkito Apaleao”. Martínez Ares quería superar el tercer premio del año anterior e inscribió a su comparsa con el nombre de “La Milagrosa”.

La cuestión, es que el propio Juan Carlos escribió que en pleno concurso, muchas agrupaciones iban soltando letras en contra de la decisión de la alcaldesa. Corrió el rumor que él y Martínez Ares tenían una letra guardada para la final. Juan Carlos Aragón finalmente decidió cantar la letras en la segunda semifinal, un día antes del día de Andalucía (y contando que ese día estaba el teatro lleno de políticos), Martínez Ares decidió guardársela para la final, pero no consiguió el pase.


Hasta ahí todo normal, pero el autor de chirigotas por aquel entonces, cuenta que alguien le llegó y le dijo que por las altas cumbres se sabía lo de los pasodobles, y que si alguno se la guardaba para la final quedaría fuera de ella, ya que eso lo ve todo el mundo y podría ser una mala propaganda de cara a las elecciones. Está claro que eso no sentencia nada, y puede ser simple casualidad.

Lo curioso es que cuando Juan Carlos Aragón pudo echar un vistazo a los puntos, comprobó que su chirigota se pasó séptima todo el concurso, y tras cantar la letra en la semifinal, se coló por los pelos en dicha final. Ya dentro de la final, subieron dos puestos más para acabar siendo cuartos. Por el otro lado, Martínez Ares quedó sexto, puesto que ocupó todo el concurso, y sin plaza en la final. ¿Casualidad?


Como dije antes, de este caso me llama la atención que el que lo contó fue Juan Carlos Aragón en los fascículos que escribió en el Diario de Cádiz titulado “Yo parí a Juan Carlos Aragón”, y no por parte de Martínez Ares que el año anterior escribía bajo el nombre de “Yo maté a Martínez Ares”. El propio autor comenta que no sabe si fue algo real o un falso rumor que se corrió ese año por los pasillos del teatro, lo único que se sabe a ciencia cierta es que una pasó a la final, la otra no, y no se escuchó crítica dura en la final hacia las futuras elecciones a Andalucía.



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