En el año 2006 los hermanos Carapapas debutaron en la
modalidad de comparsa, en la que dos años más tarde ya se asentarían
definitivamente. Su primera experiencia en esta modalidad no pudo ser mejor,
segundo premio y sólo a un punto de la galardonada con el primer premio, la
comparsa de Joaquín Quiñones, “La Caldera”.
Tal vez en el año 2005 cuando participaban en el COAC con la
chirigota “Los primos de Rivera” pocas personas se podían imaginar que al año
siguiente los hermanos Carapapas llevarían dos agrupaciones a dicho concurso. Y
menos aún, que en ese primer contacto con la modalidad de comparsa,
conseguirían un mejor puesto que en la modalidad que se habían llevado años
concursando, ya que, con “Napoleón, Pepe Botella y vámonos con ella” se
tuvieron que conformar con las semifinales. Curioso es también que el primer
año en comparsa consiguieran su mejor puesto hasta la fecha en la historia del
concurso, porque lo máximo que habían conseguido en chirigotas era un tercer
premio.
Pero no es de extrañar ese éxito. A los hermanos Carapapas
se le venía notando una habilidad especial para escribir pasodobles y quedó
demostrado en el año 2006. Ese año el grupo de Ángel Subiela, Carli y compañía
se quedaban sin autor con quien ir al concurso, ya que Tino Tovar decidía
descansar un año tras el primer premio con “El espíritu de Cádiz”. Los hermanos
Carapapas se comprometerían a escribirle al grupo un repertorio, grupo que
posteriormente tendría algunos cambios (no fue exactamente el mismo que el de
“El espíritu de Cádiz”).
El tipo viene a representar a una cuadrilla de trabajadores
subidos en un andamio. Angel Subiela tuvo un accidente de trafico meses antes
de su actuación pero aun así logró estar en las tablas desde preliminares, lo
que hace normal verlo con un yeso en el brazo o sentado durante la actuación.
En la presentación ya se le nota algunos toques humorísticos
de los Carapapas sin dejar de lado cómo tenía que ser una presentación de
comparsa. Una música de pasodoble bella, sobretodo en su parte media, y
rompedora al final. Pasodobles bien infundados como el que le dedican a una
mujer operada de cáncer de pecho, a un chico con discapacidad o a la trabajosa
vida que tiene una mujer dedicada a su familia y su hogar. También había letras
abiertas a la crítica como a la mala situación de muchos trabajadores que
acaban muriendo en el trabajo o a la Iglesia y sus manifestaciones. También es
digno de escuchar el pasodoble dedicado a una mujer que pasa por su obra todos
los días y los tiene enamorados con su presencia.
Los cuplés no podían fallar en esta comparsa debido a los
que la escribían. El estribillo era una reivindicación para que todo Cádiz
pudiera estar pronto trabajando. El popurrit es un relato de estos trabajadores
en el que nos ayudan a conocer más a fondo Cádiz y los entresijos de su
trabajo. La música resalta en este popurrit donde dan soluciones a la situación
de Cádiz, llamando también la atención a colectivos y gobernantes.
Si ese año no pudieron llevarse el primer año fue porque
lucharon hasta la decisión final del jurado con la comparsa de Joaquín
Quiñones, “La Caldera”. Dicha comparsa dio una fuerte impresión desde
preliminares con una presentación llena de fuerza y un pasodoble muy aplaudido
al bailador Farruquito y su accidente de coche. El resto del concurso la
comparsa consiguió ir a mejor para ser galardonados con el primer premio.
Una primera experiencia de los hermanos Carapapas en la
modalidad de comparsa que bien habría valido un primer premio.
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